Elecciones en Cataluña

El PSC quiere abrir ya en el Congreso la reforma federal de la Constitución

Miquel Iceta dimite al frente del PSC
Salvador Illa y Miquel Iceta.
Luz Sela
  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

El PSC, partido con el que Salvador Illa, ministro de Sanidad, se presenta como candidato a la presidencia de la Generalitat en las elecciones del próximo 30 de mayo, defiende una reforma netamente federal de la Constitución y, además, que dicha modificación se plantee de forma prioritaria.

El programa de los socialistas catalanes para las elecciones del próximo 30 de mayo plantea entre sus objetivos una «propuesta de reforma constitucional» que busca «la transformación del Estado de las Autonomías en un Estado federal» y el «reconocimiento de las singularidades propias de las naciones y las nacionalidades, teniendo en cuenta los hechos diferenciales y los derechos históricos ya reconocidos por la Constitución y los Estatutos vigentes».

«Imprescindible»

Pero, además, desde el PSC consideran «imprescindible promover los órganos necesarios en el poder legislativo español para que comience a trabajar en los contenidos de esta reforma constitucional en el sentido federal», añade, «desde los principios del consenso, el diálogo y la pluralidad».

«La única vía para introducir reformas profundas y duraderas en la organización de nuestras instituciones de gobierno es la negociación de esta reforma constitucional, que como el actual marco normativo contempla, habrá de ser ratificada por el conjunto de la ciudadanía», sostienen los socialistas. «La única alternativa», prosigue el documento electoral -abierto a modificaciones y que tendrá que ser ratificado por la militancia- «es la parálisis y el inmovilismo».

«Autogobierno urgente»

Esa propuesta contendrá, según el PSC, una «delimitación clara de los espacios competenciales entre el Estado Federal y las comunidades autónomas». Además, se persigue «la transformación de la actual Cámara Alta en un Senado Federal integrado por los representantes de la ciudadanía y de los gobiernos de las comunidades autónomas», la «regulación del modelo de financiación», incorporando, dicen, «los principios de suficiencia, solidaridad, corresponsabilidad y eficiencia», o la «territorialización del sistema de gobierno del Poder Judicial». 

En otro apartado, los socialistas catalanes abogan por «impulsar la transformación del Estado para que integre mejor su pluralidad y diversidad» y «priorizar lo que es urgente», que en su opinión es «mejorar el autogobierno en el ámbito institucional, normativo, fiscal y económico».

«No hay ni soluciones mágicas ni inmediatas, sino un camino que ha de iniciarse a través de propuestas concretas», sostiene el documento del PSC.

Ese «camino» pilota en varios ejes: «Profundizar en la mejora del autogobierno en una mesa de diálogo entre el Gobierno y la Generalitat», «promover el desarrollo normativo del Estatut, resolviendo los conflictos competenciales pendientes», «culminar los traspasos», «abordar la negociación de la revisión del sistema de financiación autonómica», «revisar la inversión estatal en infraestructuras estratégicas» (mediante el cumplimiento de la disposición adicional tercera del Estatut)… o «la aprobación de una Ley de reconocimiento de la pluralidad lingüística en España y fomentar la presencia de la lengua y cultura catalana y aranesa en la UNESCO».

«Hacienda federal»

En otro apartado, el PSC desarrolla su polémica propuesta de una «Hacienda federal», con medidas como «aumentar la participación actual de las comunidades autónomas en el IRPF, IVA e impuestos especiales, de forma que con los tres impuestos se cubran las necesidades de los servicios del Estado del bienestar competencia de las comunidades autónomas».

«Los ingresos tributarios se pueden ampliar con la cesión de los nuevos impuestos creados en los últimos años», como los «nuevos impuestos ambientales».

El aplazamiento de las elecciones al próximo 30 de mayo ha trastocado los planes de Sánchez e Illa, interesados en que los comicios se celebrasen cuanto antes para evitar el desgaste por la gestión de la pandemia.

Ministro-candidato

Pese a los preocupantes datos epidemiológicos, el Gobierno rechaza adoptar medidas más severas e impopulares que puedan lastrar el futuro del candidato catalán. La propuesta de un confinamiento, en víspera electoral, tampoco convence al Ejecutivo.

Illa seguirá en su cargo hasta que comience la campaña electoral, lo que alarga aún su responsabilidad en la pandemia y frustra el movimiento táctico ideado por Sánchez.

Este lunes, preguntado por los motivos para aplazar los comicios, se ha limitado a responder: «Me tengo que atener a lo que dicen los responsables que han tomado la decisión. Tengo que creerme lo que han dicho». El Govern, ha añadido, «ha tomado la decisión que ha querido». «Estoy al 101% dedicado a Sanidad hasta que inicie la campaña», ha reiterado Illa en los últimos días, en respuesta a las críticas por mantenerse en el cargo pese a la situación de la pandemia.

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